El blog de 道


No-dualidad Mahayana vs. no-dualidad Advaita Vedanta
25/04/2022, 7:07 am
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Escrito del miembro de DharmaWheel llamado Krodha (originalmente en inglés):

El puruṣa de Vedanta es «no-dual», sin embargo, tiene una existencia transpersonal, homogénea, existe incondicionado ontológicamente. Lo que significa que Advaita es una no-dualidad substancial y reductiva a un Uno.

Mientras que nuestra naturaleza en Dzogchen [en budismo Mahayana en general] es epistemológica, personal, heterogénea y libre de los extremos de existencia y no existencia. Esto significa que nuestra naturaleza en Dzogchen es insustancial y una no-dualidad no reductiva.

Una no-dualidad ontológica es donde todo se reduce a una única sustancia que existe sola por sí misma. Por ejemplo, el puruṣa Vedanta es «no-dual», sin embargo, es transpersonal, homogéneo  y existe incondicionado ontológicamente. Lo que significa que la Advaita es una no-dualidad substancial y reductiva.

Por otra parte, una no-dualidad epistemológica es simplemente el reconocimiento de que la naturaleza de los fenómenos está libre de los extremos duales de existencia y la no-existencia, por lo tanto es «no dual». Esto es una no-dualidad no reductiva, ya que no deja nada a su paso, no hay X sobrante una vez que se reconoce la naturaleza de los fenómenos.

En una no-dualidad epistemológica, la naturaleza de un fenómeno no condicionado [dharma] y su naturaleza no nacida [dharmata] son ​​en última instancia, ni lo mismo, ni diferente, por lo tanto son «no-dual», porque la idea errónea de una entidad no condicionada es un subproducto de la ignorancia, y por lo tanto dicha entidad, para empezar, nunca ha llegado a existir. […]. Y darse cuenta de este hecho sólo requiere del cese de la causa para el surgimiento de la idea errónea de una entidad no condicionada, es decir, el cese de la ignorancia. Si dharmins y dharmata no fueran no-duales, entonces sería imposible reconocer la naturaleza de los fenómenos por nacer ya que en la naturaleza quedaría otra entidad no condicionada. […]

¿Se entiende?



¿Qué es mindfulness? (una visión amplia)
06/11/2020, 7:07 am
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Sati o Smrti serían los nombres tradicionales de algo que es uno de los ejes del óctuple sendero.

Mindfulness es o no es lo mismo (lo veremos) pero ese sería su nombre actualizado en la lengua del imperio dominante.

En castellano se suele llamar atención plena, que no es que signifique mucho (o nada) pero dejar solo «atención» parecía demasiado pobre, supongo, y la traducción directa «mente plena» (mind full) tampoco suena muy bien y no se sabe muy bien de qué se debería llenar… aunque mindful también se acepta en inglés como «de buena memoria» y eso nos acerca más a la definición clásica.

Sati era una diosa, Smrti significa «aquello que debe ser recordado» coincidiendo bastante con «mindful» (buena memoria).

¿Por qué entonces en castellano hablamos pues, de «atención plena»?

¿Qué es ese mindfulness? ¿para que sirve? ¿hay varios tipos o solo uno? ¿cómo funciona? ¿es memoria o es atención? Pues no parece que ambas cosas sean lo mismo, ¿verdad?

Bueno, estas y otras preguntas espero que podamos, si no resolverlas, al menos dar una visión coherente de cuales podrían ser esas respuestas en un cierto marco. Como siempre no se pretende asentar verdades absolutas, sino crear un sistema coherente que nos sea útil en nuestra evolución espiritual pero con significados pactados muy concretos, o todo lo concretos que sea posible.

Lo primero es decir que el texto tiene sentido porque espiritualmente eso que se ha dado en llamar tradicionalmente sati, se considera fundamental para ese progreso espiritual.

En el budismo es uno de los ejes del sendero óctuple, ya lo hemos dicho. Luego no es poca cosa.

En hinduismo, sati es fundamental también.

En Zen o Mahamudra se habla continuamente de la atención y el mindfulness, etc…

Así pues parece que sí es un tema importante.

En este blog se habla de la mente mindful, pues bien, es lo mismo o casi.

La mente mindful es aquella que ejerce sati o smrti, y por contraste la mente reactiva es la que no ejerce sati, o smrti.

Bien, pero qué es eso ¿es recordar? ¿o es atender? ¿atender a qué? ¿recordar qué?

Seguimos



Las emociones en un camino no-dual, Principios de tantrismo, introducción

Hablemos ahora algo de tantra, aunque solo rozaremos la superficie.

Lo primero es que aquí consideraremos tántrico cualquier modelo de práctica que use las energías corporales (que hemos dicho que para nosotros son lo mismo que las emociones, por ejemplo gozo) para progresar en el camino espiritual y provocar cambios mentales.

Mientras que los modelos no tántricos (mentales, como el que se trata en este blog normalmente) funcionan justo al revés, es decir usan técnicas mentales, para provocar cambios mentales que finalmente pueden desembocar (pero también puede que no, lo hemos visto) en la activación de las energías corporales.

Fijaos como de nuevo aparece la «reversivibilidad» en todos los temas de la mente. Emoción cambia la mente y mente cambia la emoción.

El tantrismo tradicional incluye otras cuestiones que le son relevantes, como las visualizaciones en las fase de «generación» u otras, pero no trataremos aquí ese aspecto por no ser estrictamente emocional (aunque sí es indirectamente emocional).

Tantra significa solamente continuidad, es decir busca el objetivo de mantener la continuidad de una mente realizada o iluminada de cierto tipo, y sus orígenes son claramente hinduistas, es decir es una herramienta o medio útil, que puede usarse bajo diferentes posiciones teóricas y diferentes doctrinas (igual que la meditación realmente). De hecho se dice que los Jhanas eran hinduistas, pero en el hinduismo se perdieron y en el budismo se mantuvieron, de hecho a Buddha «le enseñaron» los jhanas, luego no pueden tener origen budista.

Todas las doctrinas clásicas dirán que «su meditación» o «su tantrismo» es claramente diferente, superior y acertado, cosa que no lo son los otros, pero en realidad son muy similares, difieren en matices y sus resultados también. Es otro caso ejemplarizante de como lo conceptual nos hace ver todo muy diferente, cuando luego se sientan y los practicantes hacen casi lo mismo. Pasa igual en meditación.

El tantra entendido ampliamente, o sus formas de hacer, no está solamente en el hinduismo o en el budismo tibetano, también está un poco en el taoismo o en el zen, aunque de forma mucho menos marcada. Pero, por ejemplo centrarse en el Tan Tien o Hara para obtener cierto samadhi, es tantrismo y de hecho el Hara es un Chakra (centro energético) muy conocido (de los dos más relevantes) tanto en hindismo como en budismo Vajrayana.

Así que si un meditador zen hace shikantaza, está realizando una práctica de no-acción mental, pero si se centra en el Hara y lo que de allí brota como emoción vibrante y energética, eso es un rudimento del tantrismo o un tantrismo rudimentario. En el Taoismo se practica también ampliamente sobre los centros energéticos.

Así en el tantrismo tratamos emociones totalmente o bastante disociadas de sentimientos, de forma directa, por eso parecen más energías que eso que normalmente llamamos emociones. Pero son lo mismo.

En el tantrismo también hay sentimientos propios, claro, como el gurú yoga (amor al maestro), la compasión tampoco se excluye, etc… de hecho son fundamentales porque como hemos dicho, son los «desencadenantes» de la emoción, pues son nuestro interruptor mental de las emociones.

Pero una vez desencadenada, se trata de forma aislada, no se le aporta componentes mentales. Y de hecho aunque se mantendrán esas prácticas de «sentimiento» en cuanto se puedan desencadenar de forma autónoma esas emociones-energía, se hará así, de forma directa.

El tantrismo no es que sea eso y nada más, incluye muchas más técnicas, por ejemplo el yoga del sueño (Nidra) y temas relacionados como la doctrina del cuerpo ilusorio, transferencia de consciencia, bardo… también visualizaciones (deidades y mandalas), todo ello también se considera tantrismo, y son básicamente ejercicio mental.

Seguimos



Las emociones en un camino no-dual (tres modelos emocionales)

No todas las doctrinas espirituales hablan con claridad o extensivamente de las emociones en su propuesta, ni concretan cual es su lugar durante la senda o en su culminación. Sin embargo estas son fundamentales para todo camino espiritual, siempre. Toda doctrina que no trate emociones es carencial, otra cosa es que las trate de una forma tan sutil que ni nos lo parezca. O que sin tratarlas la propia doctrina, tus emociones sean tratadas adecuadamente de forma natural por ti, y por tanto, tengamos meramente suerte o las condiciones kármicas oportunas ya inicialmente (es lo mismo).

Existe una tendencia inicial en casi todo practicante a ver las emociones como fuente de sufrimiento, como ocurre también con el pensamiento conceptual o intelecto. Ambas cosas no son ciertas del todo, aunque por razones diferentes.

El pensamiento conceptual solo es aflictivo en determinados casos, por ejemplo previendo una desgracia, pero no lo es mientras repasas mentalmente la receta de la paella, e incluso en los casos en que lo es, podrá dejar de serlo cuando se complete el yoga de noconceptualidad y se trascienda completamente. La represión consciente del intelecto, de acuerdo al modelo Mahamudra, es una práctica perteneciente en exclusiva al primer yoga.

Las emociones negativas (venenos) son, y lo son por definición, aquellas que nos aportan sufrimiento, o dicho mejor, el mecanismo por el cual surge el sufrimiento se llama emoción negativa. Por tanto las emociones negativas sí son intrínsecamente sufrimiento (se desencadenen por pensamiento o no, incluso si te la inyectaran sería sufrimiento).  De hecho son el único mecanismo por el que la mente puede crear sufrimiento en el cuerpo. Si no se desencadenan venenos, no hay sufrimiento.

Recordad que las emociones no son más que la autoinyección de substancias en el organismo. La selección natural y evolución encontró como forma de «movernos» en la dirección adecuada a nuestra supervivencia y reproducción, solamente esa ruda manera: hacernos sentir mal para que nos movamos, hacernos sentir mal hasta que logremos algo y hacernos sentir mal si no lo logramos, para que la siguiente vez lo logremos.

Pero, a pesar de que el mecanismo es el mismo o parecido, hay emociones que no nos hacen sufrir en absoluto, como la alegría. Sin embargo y aunque parezca una contradicción pueden no estar totalmente limpias de sufrimiento. El sufrimiento asociado a ellas surgirá (si surge) de ansiarlas cuando no estén. Cuando están no son en absoluto aflictivas, por tanto la aflictividad está en ese ansia (en la mente) y no en la emoción como tal, que es, como su propio nombre indica, positiva. Ese es el terreno del sentimiento (el ansiar una emoción).

A eso se refería el gran Naropa cuando decía «el disfrute no es el problema, el problema es el apego»  que por cierto es una de las bases del tantrismo: destruir el apego no solo, no eliminando las emociones positivas, sino potenciándolas al máximo. El apego, es lógicamente un sentimiento (una familia de ellos, realmente), uno clave para el sufrimiento.

Así la gran frase de Naropa (siglo XI, ninguna novedad) en nuestra terminología sería: La emoción positiva no es problema alguno, el problema es el sentimiento de apego/ansia que creas a su respecto.

Se podría decir que esta forma de ver «el disfrute» fue una revolución emocional en el budismo, tan revolucionario que prácticamente todo el resto del budismo, ve el budismo tibetano (que es la evolución del budismo indio, hoy perdido casi del todo, Naropa era indio) con grandes reticencias.

Sin embargo, probablemente sea el budismo más fructífero, gozoso y pleno que pueda practicarse. Y también por ello, a pesar de que el budismo del Tíbet es Mahayana en su concepción, se le puso el matiz «Vajrayana» por su gran diferenciación con el resto. Y todo eso, incluso en las vertientes no tántricas de ese budismo, por ejemplo Mahamudra que puede complementarse con prácticas tántricas, como los seis dharmas de Naropa, y de hecho suele hacerse, pero no es imprescindible.

Dicho esto, hay varias posibilidades de evolución de las emociones durante un camino espiritual.

Las veremos, de forma ordenada de menor a mayor madurez espiritual (en mi opinión, claro) y tengo la impresión de que aparecieron en este mundo justo también en este orden.

Seguimos.



Las emociones en un camino no-dual (introducción)

Por sugerencia de Diego (hace ya meses no sé si se acordará) ampliamos y consolidamos los textos del blog sobre las emociones y la senda espiritual.


Damasio nos los adelanta en la cita anterior: somos seres sensibles pensando ser racionales, y ese convencimiento es tan elevado que realmente el intelecto, un mal gobernante, ha tomado el control (emocional) de forma casi total, lo cual viene a significar que casi todas nuestras emociones diarias tienen en su origen un surgimiento intelectual, es decir son desencadenadas por fantasías intelectuales. Y no, no nos va bien así.

Se ha dicho que el camino espiritual es básicamente destronar ese mal gobernante. Bueno, eso serían los dos primeros yogas que hemos visto, pero eso no es poca cosa. Quién pare ahí ya habrá obtenido una liberación notable del sufrimiento (que está construido por emociones negativas). No sufrirás más que mi gato pero tampoco mucho menos.

Pero no nos adelantemos, vamos como siempre a hacer algunas definiciones para que quede claro que queremos decir por emoción y sentimiento. Y como siempre, no es palabra divina, solo un acuerdo en los términos para pueda expresarse todo esto y llegue. Otras definiciones son también absolutamente válidas. Simplemente cuando hablemos en el blog o usamos esta o aclarad que queréis decir por esas palabras, sino es una pérdida de tiempo.

Como siempre, hay bastante lío lingüístico al respecto, el habitual caos surgido de sobre-conceptualizar usando además palabras ambiguas. Nada nuevo, ocurre en todos los ámbitos de la espiritualidad. De hecho estos dos términos se usan en espiritualidad con la misma imprecisión que en el día a día… es decir de forma muy genérica.

En neurociencia han avanzado un poco más en esto, y vamos a aprovechar algo de su rigurosidad aunque la definición neurocientífica probablemente varíe en algunos matices de esta que se usa en el blog, que tiene el foco (como el Sistema-Mente) en ser útil a practicantes espirituales, por eso puede variar.

Empezaremos distinguiendo emociones de sentimientos como también hace la neurociencia:

 •Emoción: es un conjunto de respuestas neuroquímicas, eléctricas y/o hormonales (a menudo muy rápidas) que nos llevan a reaccionar de cierta manera ante un estímulo externo o interno. Son respuestas relativamente directas de sistemas fisiológicos. Para tener emociones no hace falta más que cerebro relativamente básico (o en todo caso saber que los lagartos las tienen), la parte más primitiva de nuestro cerebro. Emoción viene de «movernos», todo lo que hace que nos movamos (también mentalmente) es una emoción. En el Tíbet los llaman vientos (o al menos en inglés lo traducen por «winds») y es una palabra muy bella para el caso, porque el viento hace ondear las banderas (y las emociones hacen ondear la mente). Cuando hablemos de energías también hablamos de emociones, son lo mismo. Acepto que tú opines diferente pero aquí se consideran lo mismo. Luego una práctica energética es una práctica emocional, aunque suene raro, es así. Y cuando te sientes «energético» eso es emocional.

Sentimiento: es el resultado de la evaluación mental (incluso conceptual) de una emoción o conjunto de ellas creando un resultado permanente de esa evaluación (y que por tanto se queda en Alaya). Por evaluación quiero decir que la inteligencia se hace consciente de la emoción o emociones, y les asigna características adicionales (que son conceptos) com su origen, la forma de volver a sentir, etc… Eso permite que exista una gestión inteligente y a menudo conceptual de las emociones y en general caracteriza y explica (o lo intenta) un conjunto de emociones que ocurren en distintos momentos en el tiempo. Para tener sentimientos, por tanto seguramente hace falta neocortex (la parte más evolucionada del cerebro) muy probablemente todos los mamíferos y otras especies superiores, los tengan.

Un ejemplo:

  • Si viendo a alguien siento mariposas en el estómago. Eso es le surgimiento de una emoción, viento, o energía.
  • Si tras ocurrir eso o mientras ocurre, o cuando ocurre por tercera vez, concluyo que estoy enamorado de él o ella (eso que estoy viendo). Eso es la creación de un sentimiento (y es una construcción mental).

Las emociones surgen de forma bastante directa, los sentimientos se construyen (mentalmente).

No me he tomado suficiente tiempo como para ver si estas definiciones coinciden mucho o poco con la neurociencia, sin duda se parecen y coinciden al menos en parte. Estas definiciones son las que me han parecido útiles para describir la parte emocional de una senda espiritual.

Seguimos.