El blog de 道


Almaas: Ser y autorrealización (I)
27/01/2024, 7:07 am
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Traducción de JuanV del libro «The point of existence» de A.H. Almaas, colaboración con el blog que agradezco muchísimo. 🙂


Para iniciar nuestra exploración de la autorrealización, debemos dilucidar cómo usamos la palabra self (1). Nuestro uso de la palabra es inusual porque se refiere a una presencia ontológica real, no a una construcción. Este énfasis en la presencia real de lo que está aquí como sí mismo más que en el contenido de los aspectos construidos del campo de conciencia, es un aspecto crucial para su comprensión.

Desde nuestro punto de vista, el self es un organismo vivo que constituye un campo de percepción y acción. Fundamentalmente, es un organismo de consciencia (2), un campo de consciencia capaz de lo que llamamos experiencia del mundo y de consciencia autorreflexiva de sí misma. Lo que convencionalmente se conoce como psique es parte de este self. La mente es parte del self y manifiesta la capacidad de recordar, pensar, imaginar, construir e integrar imágenes, discriminar, analizar, sintetizar, etc. Los sentimientos son parte del self: la capacidad de desear, de elegir, de valorar, de amar.

Además de los reinos de la experiencia mental, emocional y física, el self tiene acceso al reino del Ser, es decir, puede experimentar directa y no indirectamente su propia presencia como existencia. Los reinos convencionales están involucrados y generalmente afectados por la experiencia del Ser, pero cuando se experimenta la dimensión del Ser hay una profunda diferencia en la perspectiva de uno. La razón por la que tenemos la capacidad de experimentar el Ser es que el self es una presencia ontológica real, una presencia del Ser, no simplemente una construcción, y este self tiene la capacidad de ser autoconsciente. Así, para que el self se vuelva directamente consciente del reino del Ser debe experimentar directamente su propia naturaleza.

Dos capacidades del self son particularmente relevantes. La primera es la capacidad de la mente para formar conceptos y estructuras de conceptos en respuesta a la experiencia. La segunda es su capacidad para identificarse con diferentes aspectos de la experiencia, particularmente con imágenes en la mente y con estados físicos y emocionales habituales.

Aquí radica el mecanismo de la «caída» del self en el narcisismo. Al comienzo de este capítulo, el narcisismo se describió como la identificación con las estructuras más superficiales del self. Consideramos al self como una presencia dinámica y fluida, un organismo con mente, sentimiento y cuerpo (pero no idéntico a ninguno de ellos), que tiene un potencial indefinido para la experiencia.

La «caída» en el narcisismo ocurre cuando el self forma conceptos y estructuras de conceptos, y luego se identifica con ellos a costa de su conciencia del Ser. Estos conceptos, con los que el self llega a identificarse y a través de los cuales ve el mundo, son mucho más opacos y rígidos que el estado abierto, libre y más natural del self. Lo que describimos como el estado libre y espontáneo del self no es un estado informe o desestructurado. La experiencia del self en un estado de autorrealización está modelada por las cualidades intrínsecas de su Ser y por la estructura de todas las dimensiones del Ser, incluida la realidad física. El estado de autorrealización permite al self permanecer consciente de su naturaleza esencial, pero al mismo tiempo permanecer consciente del mundo del pensamiento y del habla, de la vida social y física, y funcionar en este mundo.

Más adelante profundizaremos en el mecanismo por el que se llega a la identificación con los conceptos. Por ahora diremos simplemente que esta «caída» no es algo antinatural, trágico o evitable. De hecho, lo que acabamos de describir es el desarrollo normal del self, tal como lo describen la psicología del self y la teoría de las relaciones objeto.

Cuando, en el curso de la maduración, o en el contexto de algún acontecimiento vital que sacude la identidad, o en la búsqueda de un camino espiritual, nos volvemos más abiertos a conocer o «recordar» el self en su naturaleza más profunda, nuestro narcisismo comienza a volverse transparente. Si, en estos momentos, se nos concede la oportunidad de buscar la verdad de nuestra identidad en lugar de tratar de compensar nuestra insatisfacción espiritual, podemos comenzar a revertir esta «caída». 

Cuando el self queda atrapado en identificaciones y relaciones rígidas con los demás y con el mundo, no está satisfecho. En cada self hay un impulso a descubrir la verdad, sentirse pleno real y libre. Aunque muchas personas no son capaces de perseguir este deseo, un impulso inherente hacia la verdad, un deseo inherente de sentirse realizado se encuentran en todos de manera generalizada; el ímpetu hacia la realización del self comienza con los primeros movimientos de la conciencia y continúa de manera progresiva, emerge en la conciencia como un tarea importante para nuestra vida, seamos o no directamente conscientes de ello. Este impulso impulsa la maduración psicológica y espiritual del ser humano. A medida que la maduración avanza hacia la sabiduría en una persona en desarrollo óptimo, esta tarea gana prioridad sobre otras tareas de la vida, convirtiéndose progresivamente en el centro que orienta, apoya y da sentido a la vida, superando en última instancia todas las demás experiencias.

Seguimos


 1) Unas palabras para contexto:

A fin de evitar la innecesaria asociación entre la palabra “yo” y lo que el autor denomina “self” en la obra, he optado por mantener el vocablo en inglés por dos motivos. El primero para referenciar una experiencia primordial de ser que se describe a continuación y el segundo para evitar las múltiples y variadas relaciones que despierta el concepto de yo en todos los aspectos de nuestra cognición.

Mientras que toda experiencia egóica (ego, yo, persona, entidad) requiere necesariamente una estructura conceptual para su procesamiento y con la cual identificarse, lo que ocurre en el momento en que hay cualquier tipo de acción-reacción o movimiento psico-mental, la percepción del self carece de todo tipo de personalización, estructuración o condicionamiento, por lo que no puede ser catalogada como ningún tipo de centro, organización, esencia o substancia. Estando fuera de las categorías reconocibles de la mente, es accesible únicamente mediante una “experiencia directa”.

2) Mientras que en el idioma inglés existen dos conceptos similares, conciousness y awareness, cuya diferencia radica en que el segundo tiende a significar el apercibimiento y conocimiento de un objeto, mientras que el primero se entiende como el estado o cualidad del segundo, es decir, que uno puede percatarse de algo sin ser plenamente consciente, pero nadie puede ser consciente sin percibir o percatarse de lo que se es consciente. El autor utiliza alternativamente ambos conceptos en inglés, pero la traducción debe apreciarse en contexto.

3) El autor contempla un punto de vista del narcisismo mucho más amplio que el de la psicología tradicional que se ciñe a su patología. El narcisismo sería el proceso mediante el cual ocurre la desconexión e ignorancia que nos aparta de esa inmediata experiencia del Ser a consecuencia de unos procesos de interiorización detallados en los estudios de la escuela teórica del psicoanálisis del sujeto-objeto (ver nota a pie de página 4).

4)  Teoría de la relación de objeto



¿Qué es Luz Clara? (2)
19/12/2023, 7:07 am
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De Glen H. Mulin en su libro «Los seis yogas de Naropa» comentando el texto anterior:


Examinemos los diversos usos enumerados, comenzando con la «común» y la «extraordinaria». Aquí la «luz clara común» se refiere a lo que se entiende por «luz clara» en el Mahayana exotérico y en el esotérico, en las escrituras Vajrayana y en las cuatro clases de tantras. Es decir, el uso es «común» a los distintos yanas. La «luz clara extraordinaria» se refiere al uso exclusivo del término tal como aparece en las escrituras del yoga tantra más elevado.

Como explica, la «luz clara extraordinaria» tal como se utiliza en el tantra yoga más elevado se refiere a un aspecto de la consciencia que percibe el vacío o «luz clara como sujeto». La «luz clara como objeto» simplemente se refiere al vacío que es el objeto percibido por esta conciencia. Tsongkhapa señala en «Un libro de Tres inspiraciones» que esta «consciencia extraordinaria de luz clara», también conocida como la «luz clara como sujeto», se invoca al meditar en el yoga de calor interior (tummo) y da lugar así a las disoluciones elementales, hasta que los gozos se generan y surge la mente de luz clara. Esta mente de luz clara y dichosa es entonces retenida y enfocada en el vacío.

También menciona «luz clara como base, camino y resultado». La «luz clara de base» la tienen por igual todos los seres vivos, desde el más alto hasta el más bajo, y desde los más malvados hasta los más iluminados. La «luz clara del camino» es la «luz clara básica» tal como se lleva a la experiencia consciente por medio del método tántrico y yogas; porque no es percibida por los seres vivos comunes, sino sólo por aquellos formados en los yogas, también se la conoce como «la luz clara oculta».

La «luz clara del camino», es decir, tal como se experimenta a través de los yogas tántricos, tiene muchos niveles de realización. Los dos principales se conocen como «aparente» y «real». Ambos tienen un «aparente» y un «real», que se refiere a la manera en que se integran las diversas fases del yoga del cuerpo ilusorio en el yoga de la luz clara. El «aparente» se experimenta en la tercera de las cinco etapas que conducen a la iluminación total, en las que uno alcanza el estado Arya [camino de El Ver]; el «real» se experimenta en la quinta etapa, conocida como yuganaddha, o «gran unión», que es la etapa de la iluminación final [camino de no-más-aprendizaje]. Como se afirma, esta «gran unión» también tiene dos etapas, y por lo tanto hay dos niveles de experiencia de la consciencia de la luz clara asociada con él.

Los diversos niveles a través de los cuales los practicantes evolucionan a medida que manifiestan las etapas de realización del cuerpo ilusorio y la luz clara se basan en la aplicación del yoga del calor interior (tummo). Así, el calor interior es «el fundamento» y los yogas del cuerpo ilusorio y de la luz clara son «el camino real».


Bueno, no sé si finalmente ha quedado claro o si sirve a alguien, pero aquí queda como referencia. 🙂 Lo que queda claro es que, al menos en budismo tibetano, las respuestas simples suelen estar equivocadas… 😀



No-conceptualidad (III)
20/10/2023, 7:07 am
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Es importante, así pues, ver que hay tres categorías de la realidad pura a la falsedad, pasando por las simplificaciones y creencias, y no dos. Al final solo es eso… ¿Suena razonable?

Y vivimos inmersos en las dos últimas, sobre todo (con suerte) en la segunda. Todo lo que hacemos lo basamos en razonamientos simplificados. En aproximaciones y generalizaciones. Intentando descubrir siempre la tercera categoría para descartarla, y pocos, intentando acercarse a la primera.

¿Es eso malo?

Pues no, no lo creo, creo que es lo único que podemos hacer por ahora, para ir sobreviviendo en el mundo. Si el ser humano no hubiera logrado garantizarse techo y comida, la espiritualidad no hubiera ni comenzado a existir, y eso ocurrió gracias a la conceptualidad humana, a su intelecto (que es uno de los frutos de la inteligencia, pero no son lo mismo).

¿Podemos, pues, renunciar a esa conceptualidad?

Visto así, ni podemos ni debemos.

Entonces ¿qué es todo es rollo espiritual de no-conceptualidad? ¿por qué se insiste tanto?

Al final es un problema de equilibrios. Estamos muy desequilibrados hacia lo conceptual, hasta el punto que menudo ni podemos entender que es eso de  «la realidad cuando retiramos lo conceptual», a pesar de ser lo mas obvio del mundo (es mucho más obvio que la conceptualidad), de tal manera que mitificamos esa talidad cuando es lo más obvio y rudimentario. Y es esto, ahora, esto, nada más.

En el Zen son expertos en intentar hacerte aterrizar eso… por eso el palo de remover la letrina, también es un buen ejemplo zen de talidad.

Mi gato, asumo que no se habla interiormente, así pues toda su vida es Talidad muy probablemente. De las tres categorías comentadas solo conoce una. Y es la que nosotros apenas conocemos.

Y no es un Buddha, sufre y se queja… es egoísta y caprichoso. Es un niño malcriado (¿de quién será la culpa?).

Luego no parece que la no-conceptualidad perfecta sea una gran solución al problema del sufrimiento o la liberación, solo parece útil si queremos ser gatos no liberados ¿Entonces?

Las doctrinas que elevan la no-conceptualidad a un absoluto a alcanzar suelen tender a ver su solución al problema del sufrimiento siempre «en otro plano», en un samadhi eterno, en otras dimensiones… Su Nirvana es opuesto a este Samsara.

Y eso es, porque hasta para ellos es obvio (o no lo es, pero no han podido hacer otra cosa) que no se puede sobrevivir en este mundo en una no-conceptualidad perfecta. Luego tendré que irme a otro plano y abandonar el Samsara. Y mientras, solo alcanzo, en el mejor de los casos, mi Nirvana a ratitos sueltos, lo cual, por cierto, suele hacer aún más intolerable el Samsara a menos que hagamos una gestión muy sutil de apegos.

Las meditaciones que piden excluir la conceptualidad, por ejemplo los Jhanas no son posibles con intelecto presente, por tanto su gozo nunca puede llevarse al día a día habitual. Incluso en muchas prácticas vipassana de muchas doctrinas, el pensamiento no suele ser ni un objeto de estudio (lo es la respiración u otros elementos no intelectuales) y no debe aparecer.

Mientras que si vemos la propuesta vipashyana de, por ejemplo Mahamudra (o Zen en cierta manera) vemos lo contrario, el pensamiento es el principal foco de nuestra visión clara, de nuestro estudio. Incluso a veces se pide al aprendiz que haga surgir pensamientos si no surgen, para poder observar la mente en movimiento. También en el Zen se nos pide no reprimir el pensamiento excepto en prácticas muy iniciales…

Si encuentras liberación solamente en la no-conceptualidad (ausencia total de procesado intelectual), estamos separando Samsara y Nirvana. Porque esta liberación no va a ser posible fuera del plano meditativo o parinirvana o condiciones de «laboratorio».

Seguimos desgranando la margarita…



El sistema-mente: la memoria episódica
03/08/2023, 7:07 am
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Pasamos a lo espiritual.

La memoria episódica es la que crea «el personaje» que dices o crees ser.

Lo que tú crees ser, se basa en la historia que crees haber vivido porque la recuerdas. Si crees que te violaron con 10 años y eso te marcó, da igual si el recuerdo es falso, esa es tu historia y tú eres el personaje surgido de esa historia.

Nuestra auto-historia personal es notablemente falsa no solamente porque la memoria no es fiable, sino porque además tienes asociados pre-juicios, ideas, opiniones y deducciones basadas en esos eventos recordados de forma poco fiable. Todo ello construye también una parte de tu personalidad, no lo que eres, sino lo que crees ser.

Por ejemplo basado en toda tu historia, puedes haber construido la idea de ser «un triunfador «o «un fracasado», etc… Esa imagen es frágil, por ser falsa, inventada, es ego y es la que resulta afectada con cualquier comentario sobre ti que no nos cuadre. Porque los demás, has de asumirlo, tienen una imagen de ti que normalmente es muy diferente a la propia. Así si crees ser «un triunfador», te golpea duramente si un día descubres que todos tus amigos creen que eres un niño mimado que vive bien gracias a la riqueza de sus padres. Tu frágil (y falsa) auto-imagen ha sido golpeada. Es como mentir y que te pillen, pero mucho más duro, porque de alguna manera, sutilmente, te das cuenta que vives en un engaño, en un teatro.

En la evolución espiritual, la auto-imagen se reduce a mínimos, no porque no se recuerden los episodios pasados, sino porque no se les da ninguna relevancia especial y acaban estando casi siempre ausentes porque no hacen falta. Es un proceso parecido al que se sigue con el pensamiento conceptual.

En cierto punto uno ya tendrá la idea de que «no existe el pasado» aunque es posible, por supuesto, recordarlo. Pero al carecer de relevancia no tienen impacto y se crea esa sensación. Porque nuestra situación actual nunca está influida por el recuerdo episódico de ese pasado.

Ese no-impacto en gran parte es por ver como falsa esa personalidad derivada de esos episodios interpretados. No la personalidad como tal, pues hasta los gatos tienen personalidad propia (que está más relacionada con las otras memorias) sino esa especie de ego-persona inventada que es lo que creemos ser, más bien nuestras creencias sobre como somos. Nuestra auto-imagen. Algunas neo-doctrinas dicen: el personaje.

La autoimagen es esa fotografía interna (y con frecuencia falsa), que tenemos de nosotros mismos y que está presente, cada vez que decimos o pensamos “yo soy” o “yo no soy” y es la responsable de decir “yo puedo” o “yo no puedo” etc…

Lo anterior es de la wikipedia, hasta ahí saben que es falsa. 😀

Esta auto-imagen es destruida por las realizaciones que solemos ver en este blog y el progresivo camino espiritual. De tal manera que eso también nos hace inmunes a cualquier supuesta «disensión» al respecto de lo que somos. De hecho la defensa de esa auto-imagen es una forma de sufrimiento/dukkha y por tanto esa inútil defensa de ese espectro ilocalizable es borrada por el camino espiritual.

Por eso a veces nos sorprenden como «locos» algunos sabios, ¿podría el Dalai Lama ponerse una camiseta heavy y cantar como Iron Maiden (dedicado a Jose)? Pues quizá podría, a él no le preocupa lo que piensen de él. En todo caso no lo haría por el budismo que representa, pero otros podrían. Su auto-imagen no les preocupa.

La memoria episódica no es tan relevante para una vida ordinaria, lo cual puede ser sorprendente, de hecho se puede vivir normalmente casi sin ella. Esa carencia se denomina síndrome de memoria auto-biográfica muy deficiente (SDAM) y mucha gente lo tiene sin saberlo y lleva una vida bastante estandard.

Luego es una memoria bastante poco útil, y que a efectos espirituales debe ser trascendida.

Seguimos



Consejos sutiles para tu mindfulness (y II)
28/07/2023, 7:07 am
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Y ¿cómo conseguimos que los pensamientos reactivos tengan cada vez menos interés para nosotros? Pues el propio auto-liberar genera ese debilitamiento del interés, porque lo auto-liberamos en base a quitarle toda relevancia. Si no lo hacemos así, no funcionará, no será eficiente.

Igual que se dice que cada vez que rescatamos una memoria la modificamos, cada vez que un apego despierta y se nos muestra como un pensamiento explícito, si le retiramos la importancia en ese momento, el apego quedará debilitado (modificado, pero en este caso en la dirección que queremos). Enviamos el mensaje a capas inferiores de que eso no es relevante, que no hace falta que lo haga surgir. Ese mensaje no es autoritativo al 100%, desgraciadamente, y el apego no queda borrado totalmente, pero sí debilita el apego algo.

Dado que Alaya se marca por emocionalidad, cualquier emocionalidad (apego y rechazo) aumentará la cicatriz en Alaya, el único camino para debilitarla es la ecuanimidad, no apegarse ni rechazarla, simplemente déjalo ir por no tener relevancia. Así pues también es importante no rechazarlos. Esto no es una práctica de neti-neti.

Es un trabajo de entrenamiento no-conceptual de la ecuanimidad respecto a nuestro propio proceso de pensar. O si lo quieres de otra manera, es un trabajo de hormiguita de reducción de cicatrices en alaya (entre otras cosas como es también de trascendencia del pensamiento conceptual).

Pasamos al tercer punto.

El mindfulness puede ser neutro o bien, en espiritualidad, debería ser aplicado o no neutro (a los ejecutivos, neutro ya les va perfecto). Es decir que estamos presentes por una razón, típicamente para recordar o entender algo (smrti, la palabra que da origen al mindfulness), como nuestro cumplimiento ético o para verificar algo, como por ejemplo la naturaleza de nuestra mente.

Así con el mindfulness aplicado, hemos de poner interés en ver o recordar diversas cuestiones, esto en terminología técnica budista es Vicara, por ejemplo:

Que estando en el presente todo funciona a la perfección, no nos falta nada, no es que por dejar de fantasear en el futuro no vayas a poder vivir o seas una especie de persona sin cabeza. Has de ganar confianza en la mente no conceptual (La Mente con mayúsculas) y relejarte ahí.

Ver hasta donde es útil el pensamiento conceptual y cuanto tiene de innecesario… viendo como aparecen a miles pensamientos que no te son útiles en absoluto. Ten una visión crítica y date cuenta de que si has de planficar algo para el futuro, puedes hacerlo en un minuto y no volver a pensar en el tema nunca más, ¿a qué darle tantas vueltas en tu cabeza?

A veecs es una buena idea escribirlo, pues nuestra mente es muy impermanente y el objeto externo le ofrece continuidad: si ya lo he hasta escrito, ¿a qué viene volver a pensarlo?

De pensamientos sobre el pasado ya ni hablamos…

Ver que existe una cierta esquizofrenia en lo que queremos: un momento queremos hacer mindfulness y al siguiente estamos interesadísimos en perseguir una ensoñación. Esa cierta esquizofrenia nos ddebe llevar a la obviedad de que el proceso de pensar no es fruto, propieda ni privilegio de un supuesto controlador que creemos ser y llamamos «yo».

Etc…

Esto no va, como charlaba hace tiempo en un foro con alguien, sobre «recordar donde he dejado el paraguas» por mucho que hayan anécdotas zen estéticamente impecables al respecto…

Pero tampoco de batir ningún récord de permanencia estando mindful.

Va de entender como funciona tu mente y en el proceso liberarnos.

Ánimo.