El blog de 道


Ecos del pasado: ¿Qué es absorción y samadhi? (y II )
18/06/2023, 7:07 am
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Otro apunte más que me costó aprender, y no se cuenta demasiado: la componente emocional es relevante. El samadhi es más fácil de que aparezca cuando «estamos motivados» y le ponemos interés a la sesión. Y al revés, sin ganas quizá te estés horas y horas y te preguntes por qué no ocurre. Ponle interés, ganas, motivación, ilusión, etc… No es irrelevante.

Por eso te absuerbes en una peli o en la música si eres melómano, etc… Ahí el problema es otro, es la inconsciencia, pero es una prueba de cuan importante es la emoción.

Lo paradójico del Samadhi es que en el momento en que piensas “estoy absorto” ya no estás absorto, has perdido el estado de samadhi. 🙂 Y de hecho esa es la principal clave para un jhana (que es una forma de samadhi), no caer en el error de observar como va la sesión. Ese es el elemento típico mata-samadhis porque al mirar sales de la unión inmediatamente. Ya hay observador y observado.

Ese tipo de situaciones son las que en el blog llamamos de la trampa de «la luz de la nevera«, como con la nevera cada vez que abres para mirar dentro, enciendes la luz… no es posible mirar la nevera y encontrarla a oscuras aunque paradójicamente la mayor pare del tiempo está a oscuras.

Y aquí vamos a una de las últimas ideas, todos las absorciones de las que hemos hablado son básicamente inconscientes (escuchar música, meterte en la película, etc…). Entras en ellas sin darte cuenta y sales de ellas sin darte cuenta. Mientras estás, tu mente habitual (que llamas «yo») queda en suspenso pero ni de eso eres consciente. También en el sueño con sueños cada noche ocurre lo mismo.

Quizá ni siquiera habías reflexionado hasta ahora sobre esos estados. No es fácil recordar con claridad como eran en detalle, y si miramos durante la absorción saldremos de ella (pero igual puedes recordar como eran los últimos segundos antes de salir). Mirar eso es vipassana (ver con claridad) y es útil. Muy útil aunque no lo parezca.

Ese estado de inconsciencia absorta y muchos otros en que estaremos a lo largo del día (se ha llegado a decir que somos plenamente conscientes solo el 10% del tiempo) es a lo que el budismo ssuele referir poéticamente como que “vivimos en un sueño” y por eso el proceso de plena consciencia estable se denomina “despertar”. Vivimos absortos en tonterías (cuando no directamente pensamientos tóxicos) la mayor parte del día.

Ya acabo, en la meditación se busca entrar en ese estado de samadhi desde un estado de consciencia total.

En esa diferencia está la base de casi todas las meditaciones. Y es parte del proceso clave de la meditación que no es otro que conocerse cada vez más a uno mismo (1) y ser consciente en todo momento o al menos extender esas consciencia a más horas del día (2).

Lo primero será útil si nos lleva a reflexionar vipassánicamente sobre nosotros tras la absorción (prajna). Pero siempre ha de ser a posteriori: Si no hay sujeto durante un ratiro, ¿cómo va a ser permanente? etc…

Y lo segundo es entrenamiento de la mente. Con lo cual podrás ir aumentado tus períodos de presencial mindful con mayor facilidad.

Contenido relacionado para profundizar:

¿Qué es absorción? ¿qué es samadhi?

¿Qué es samadhi? (II)

¿Qué es samadhi? (y III)

Absorciones, jhanas y samadhi (PDF)

 



Ecos del pasado: ¿Qué es absorción y samadhi? (I)
16/06/2023, 7:07 am
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La palabra samadhi es clave en muchas filosofías y prácticas orientales. Etimológicamente viene del sánscrito y podría traducirse como “unión”. Veremos que se une y de paso veremos si hay otras absorciones aparte de samadhi.

Samadhi se ha asociado con el estado de iluminación, satoris varios, nirvana, un estado de meditación profundo, la naturaleza búdica, trance místico, etc…

Me ha gustado esta referencia que da Dogen, sobre todo porque parte del Zen actual parece rechazar el samadhi:

El Buda dice: «Cuando ustedes, monjes, unifican sus mentes, la mente está en samadhi. […] Cuando obtienes samadhi, la mente no se dispersa, tal como aquellos que se protegen de las inundaciones guardan el dique.»

Cargada de misticismo, en realidad, esta palabra realmente explica algo bastante sencillo de entender.

A pesar de que puede haber muchos tipos de samadhi de clase, profundidad y perfección muy diferentes, el samadhi no deja de ser aquella situación en que estamos completamente absortos bien en vacuidad (sin contenidos mentales), bien trascendiéndolos (presentes pero lejanos y sin impacto) o bien con contenidos mentales unificados con el observador (jhanas con objeto, tantrismo, etc…).

Estas serían las tres categorías básicas aunque cada una puede tener mucha variación, sobre todo la tercera.

Y dado que consiste en determinada forma de estar absorto, es parte de la familia de las absorciones. Absorción viene de absorto, viene de quedar absorto en algo.

La RAE definen bien absorto, no hace falta complicarse más la vida con definiciones complejas:

[persona] Que dirige toda su atención a una actividad o pensamiento, aislándose de lo que lo rodea.

Pero podrías pensar, acaso eso ¿no nos pasa cada día?

Pues sí. Como a menudo, la cultura popular acierta cuando dice cosas como “me metí dentro de la película” (en el cine) o “me olvidé del mundo” (mientras leía) o ¿qué pasa cuando estamos tan absortos en algo que no oímos ni que nos dirigen la palabra? Sordos no somos… (bueno, Tao, sí). A veces incluso luego podemos «recordar vagamente» que estábamos absortos y alguien nos ha saludado…

A veces oímos términos como «ni percepción, ni no percepción» y nos parecen lejanísimos y dignos solo de Buddhas, pero cuando has estado absorto y no has oído que te llamaban, ya estabas ahí, en cierta manera… pero esa cierta manera carece de interés espiritual o es incluso contraproducente. Aún así la experiencia vale la pena que sea analizada y de ella obtendrás sabiduría.

También se dice, aunque es indemostrable, que los animales viven en una situación de samadhi permamente, siempre totalmente absortos en lo que hacen en ese momento (esto último es muy tibetano).

Entonces es este un estado muy ordinario,  así pues, ¿Qué es interesante del estado de samadhi? ¿por qué se considera un estado místico y relevante? O mejor, ¿bajo qué condiciones se considera místico y relevante o útil io espiritual?.

Ese estado de absorción total es para el budismo un atisbo (si es temporal) del estado notablemente perfecto en el que no existe ni el pasado, ni el futuro, ni yo mismo, ni observador, ni objeto de la observación separados. Todo es uno y todo es ahora.

Es por eso que es tan cierta la frase “me metí en la película”. Un sabio, más místico, quizá dirá que eras uno con la película (eras parte de la película). Y aquí decimos que estás absorto porque es más fácil de entender y asociar con tu experiencia personal.

Muchos procesos mentales se detienen (eso que tanto cuesta cuando te sientas a meditar) al quedar absorto en la experimentación pura, en la pura percepción. Eso no es tan sorprendente, podrás haberte dado cuenta o no, pero cuando quedas absorto en una película tampoco surge el pensamiento reactivo (o muy poco, solo cuando sales de la absorción brevemente).

Otro ejemplo común sería cuando los melómanos oímos música con atención total y podéis encontrar montones de ejemplos más. También hay personas que experimentan un estado de samadhi cuando corren, escalan o hacer otras actividades deportivas. También estamos absortos en los sueños, hasta el punto que ni nos extraña poder volar o cosas similares.

En esas situaciones el tiempo parece cambiar, tanto puede parecer que el estado ha durado una eternidad como un suspiro.

Seguimos



Ecos del pasado: Descartando a Descartes o más sobre Anatta
14/06/2023, 7:07 am
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En el siglo XVII Europa se queda boquiabierta con el colmo del racionalismo. Nace el solipsismo de la mano de Descartes que dice aquello de (sólo puedo saber con seguridad que) «pienso luego existo».

Europa se queda boquiabierta ante la afirmación de que lo único seguro, lo único demostrable si aplicamos la duda más radical, es la existencia del yo.

¿Se puede ir a menos?

22 siglos antes un indio calvo y regordete propugna la doctrina del no-atman, es decir que el yo no existe.

¿Se puede ir a menos?

No que yo sepa, ¿pero qué quería decir Buddha cuando propugnaba la ausencia de yo? ¿alguien en sus cabales puede decir que no existe uno mismo? ¿existe afirmación más ridícula?

Imposible saber qué quería decir él en concreto, pero siglos de evolución Mahayana y luego la psicología moderna han modelado esa afirmación y le han dado un sentido.

Al final de lo que se trata aquí no es decidir si la existencia de este cuerpo y de esta mente son reales. Ese no es el centro de la discusión, lo dejamos para Descartes.

Tampoco es la discusión si existe algo más allá del cuerpo-mente, algo transcendente y supramundano, lo llames alma o como quieras. Ese tampoco es el tema y dicho sea de paso para Buddha era obvio que no existía nada de eso.

De lo que se trata es de quitar peso a la idea del yo a través de dos conclusiones que se pueden hacer evidentes para uno mismo:

  • La mente discursiva, la que nos habla, la que suma, relata cuentos, la que se lamenta del pasado y prevé el futuro, la vocecita en la cabeza, no es el todo y es que ni siquiera es la mayor parte de la mente. Es sólo un módulo más, una función más que se ha crecido y se atribuye la totalidad.
  • Pero es que incluso esa función o módulo (llamémosle ego si quieres, aunque es confuso usar ese término) ni siquiera tiene un entidad sólida como para que nos permita considerarlo algo fijo, estable y no tiene más entidad que la que pueda tener un programa de ordenador ejecutándose. Hay una ilusión de solidez que no es tal. Y si no que se lo digan a un pobre enfermo esquizofrénico.

Cuando nos sentamos a meditar (experimento muy recomendable ya visto hace dos días) y nos concentramos en respirar sin pensar en nada, lo primero que percibimos es que pensamientos e ideas van saliendo de la nada y nos distraen. No es difícil al principio perderse con ellos y acabar pensando en el trabajo que nos espera mañana.

Poco a poco podremos verlos pasar dejando cada vez la mente más calmada.

Pero como siempre el budismo apunta al más profundo interior del ser humano y te pregunta: ¿tú eres esos pensamientos? y si tú eres ellos ¿quién los está observando y viéndolos pasar mientras intenta seguir concentrado en tu respiración? ¿y si tú eres quien observa? entonces ¿de quién son esos pensamientos?

Nada más empezar la senda ya vemos que la mente se ha partido en dos… y eso es sólo el principio…



Ecos del pasado: Dos y medio experimentos mentales sobre la ausencia de centro (Anatta)

Empezamos ahora una nueva serie: Ecos del pasado. Que es simplemente el rescate de textos de los tiempos iniciales del blog, revisados y presentados de nuevo ampliados.

El motivo de esta serie es que, actualmente en el blog se presentan textos ya muy complejos o avanzados (aunque no siempre) y algunos visitantes me han comentado que estaría bien disponer también de textos más iniciáticos. Esos textos están, pero encontrarlos en el blog no es trivial.

Es por eso que los vamos a ir rescatando con la inestimable ayuda de Juan José que es quién está aportando el trabajo para rescatarlos de las profundidades, categorizarlos y valorarlos.

Comenzamos con este de 2011.


Dos y medio experimentos mentales sobre la ausencia de centro (Anatta)

Existen dos experimentos mentales muy sencillos, al alcance de todos y que ayudan a entender el concepto  budista de no-yo o no-centro, Anatta/Anatman de forma práctica.

Resumiendo, la idea de ese no-centro, es que no solamente no existe atman entendido como alma inmutable en nuestro interior, sino que además no hay ni tan siquiera una función «rey» dentro de la mente que controle las decisiones, pensamientos, acciones, etc… Es decir la mente es un sistema distribuido de procesos cooperando o en competición que no tienen más jerarquía entre sí que la propia fuerza emocional (o apego/rechazo) que los respalde. Y sin un controlador centralizado.

El primer experimento consiste en elegir un objeto, por ejemplo un cuadro e intentar observarlo durante un minuto sin pensar en nada. Ponte una alarma para saber cuando ha pasado el minuto, se te hará largo. Cuando acabes intenta recordar en cuantas cosas has pensado. Serán bastantes. ¿No habíamos quedado en no pensar en nada?

Este experimento nos certifica, como poco, el mínimo control que tenemos sobre nuestra mente. La mente discursiva es un caballo desbocado que no para, por mucho que quieras. ¿Lo que piensas es útil en ese momento? ¿es constructivo o positivo? ¿tienes control sobre ello? ¿o es, en el mejor, de los casos una merma de energía y una tensión casi constante?

Aunque el experimento de tan sencillo os pacerá ridículo, en realidad es una prueba de que o bien no hay controlador, o bien este tiene muy poca capacidad de continuidad, pues en seguida «se pierde» y pasa a auto-desautorizarse, haciendo lo que decía no hacer.

Sea por no existir, sea por no tener contexto y continuidad, queda descartado que haya un controlador «fuerte» en nuestra mente de forma trivial.

Experimento segundo: deshazte el cordón de un zapato, ahora busca algo que te resulte muy interesante para leer, para facilitar el ejercicio, mejor que sea en esta pantalla. Ahora mientra lo lees átate el zapato. ¿Todo bien? ¿has entendido lo que leías? Sí, claro. ¿te has atado bien el zapato? Perfecto, eres un crack.

Ahora dime, ¿dónde estaba tu yo o controlador? ¿en tu zapato o en el texto?

Probablemente creas que en el texto, no seré yo quien te lleve la contraria, pero entonces ¿quién ataba el zapato? ¿hay dos yoes? ¿se ató sólo el zapato? ¿las manos solas ejecutaron? pero las manos no piensan…

En realidad en el texto estaba tu atención que es lo que solemos confundir con un «yo» y el zapato lo anudaba una función interiorizada y que se ha podido ya automatizar.

Sobre este tema, una vez una persona me comentó una variante: le habían puesto como tarea (zen) contar respiraciones y me contaba confusa que ahora ya podía contar respiraciones y a la vez estar perdida en sus pensamientos, lo cual les parecía un desastre. El caso es el mismo, logró automatizar el contage de respiraciones, pero eso no es desastre es una oportunidad fasntástica de hacer vipassana e intentar entender nuestra mente, que no es, ni mucho menos tan simplona como que «hay un controlador libre y lo demás se hace a sus órdenes y punto».

¿Donde estaba su yo? Pues en ninguna parte, pero su sensación de yo estará donde esté su atención, ni más, ni menos, como siempre… Y si no había atención en ningún proceso, entonces habrá confusión y o se inventará la respuesta o bien no se sabrá qué decir.

En este caso lo que vemos es que la mente no tiene problemas normalmente en hacer dos o tres o más cosas a la vez. Por tanto vemos que los procesos mentales se pueden ejecutar en paralelo y sin que el supuesto controlador que no existe, tenga que liderarlos en absoluto. También que la sensación de «yo» o de «ser» va asociada a la atención siempre, en eso no hay variantes. No es la consciencia como se dice, no es ni tan siquiera un polo de la consciencia (el cognitivo) sino que la sensacién de ser o de yo, que no es una sensación pero eso ya lo trataremos más adelante, está donde esté la atención que es un elemento dinámico del polo cognitivo de la consciencia que aparece con lo que llamamos aquí la mente mindful,

De estos dos experimentos y medio, podemos deducir varias cosas, todas ellas relacionadas con el concepto del yo: que no controlamos nuestros pensamientos, que la mente no es una unidad sino algo mucho más complejo, que nuestra atención es deficiente, que “algo” es capaz de hacer por nosotros incluso cuando estamos “en otro sitio”, que la sensación de yo va con la atención, etc…

Ahora quizá te suene menos metafísico o ridículo cuando leas que los budistas dicen que el concepto de yo es una ilusión, no solo de atman y no es casual que una evolución mental adecuada lleve a realizar esta situación con claridad. En Mahamudra a la mente que ha realizado Anatta la llaman «la mente simultánea».

Gracias por leer.



¿Qué es Prajna? (PDF)
29/05/2023, 7:07 am
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Rescato algunas series de hace un tiempo y que no pasamos a PDF en su momento.

La primera:

¿Qué es Prajna?